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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Claudio Simiz


Cansancio

I

Un hombre es lo que queda detrás de su cansancio/ cuando hasta el parpadeo se ha vuelto más lento/ y la inercia define los atajos/ y la puerta precisa siempre es la más cercana/
Cansancio es lo que queda/ después de un día de ser hombre/ cuando encallan los sueños/ cuando todo está igual/ pero llega la luz desde el poniente/
Cansancio es el recuerdo/ el aviso/ de que somos este instante/ este naufragio/ entre ayer y mañana.


II

                Sólo hay dos momentos en la vida de un hombre/ y somos esos dos instantes/ esos dos hombres/ pujando como Jacob y el ángel/ bajo indecisos cielos/
                Sólo el cansancio/ sólo el sueño/ nos vuelven infinito el suspiro/del alba hasta el ocaso/ hasta que alguna noche de ojos nómades/ nos tumba dulcemente/ nos ofrenda su pezón de leche y vino/ y nos deja beber la luz oscura/ en el ánfora unánime.

               
III

El cansancio es la tierra que reclama lo suyo/ esa carga que fuimos echando a hombros/ y era del cosmos/ pertinaz gravedad difuminada/
El cansancio es el llamado de la nada/ ese anhelo de volver a ser/ bajo otro cielo/ desde otros ojos/ o en el fondo/ la ilusión de no ser/ antes de tiempo.

   ( De Tríadas II , en prensa)
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Alberto Pancorbo
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Nugae

Buscó la noche
entre las luciérnagas.
Amaneció.

Vino de noche
para no ver su sombra
la luna gris.

Mano secreta
deshilacha la Luna.
Dios o una nube.

(Inéditos.)



2 comentarios:

  1. Como siempre un gusto leer sus poemas, llenos de sabiduria,conocimietos de la incertidumbre del ser humano colocados en perfecta armonìa en sus versos;que cuando se leen llenan de nostalgìa de lo que puede o pudo ser.

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